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La Odontología se inició alrededor del año 300 A.C. con los médicos egipcios, los cuales incrustaban piedras preciosas en los dientes de las personas de altos linajes.

Entre el año 800 y 2500 A.C. Los etruscos y fenicios utilizaron bandas y alambres con los que eran retenidos en la boca y utilizaban el oro para la construcción de prótesis dentales. En las bandas se colocaron dientes extraídos en el lugar de dientes faltantes.

En 700 A.C. Los etruscos fueron los primeros en utilizar materiales para implantes, derivados del marfil y conchas del mar para moldear y reemplazar las piezas dentales que se  perdían por enfermedades bucales u otros factores externos como golpes por combates, disputas de territorios entre las personas, entre otros.

También los mayas utilizaban incrustaciones de oro, piedras preciosas, jade o minerales para la restauración de piezas dentales, cabe mencionar que no sólo por estética sino también por ornamentación para la celebración de altas ceremonias de espiritualidad o rituales de bendición de la tierra.

Posteriormente los incas y los aztecas tomaron los métodos de cuidados y adornos dentales, para la reconstrucción y sustitución de piezas dentales, para evitar la deformación de las mordidas y pérdida de la simetría de sus rostros.

La Odontología en el área de restaurativa actual, comienza en Francia en el año de 1728 por Pierre Fouchard, que es considerado el padre de la Odontología moderna, dejando su libro titulado ¨Le chirurgien dentiste¨ (El dentista cirujano), así mismo escribió un tratado de varios tipos de restauraciones dentarias hechas, que marcaron bases para futuras investigaciones que tienen raíz en las prácticas actuales.